Creo que nos aferramos de más a las palabras, cuando todo es una cuestión de ojos. Nadie verá mis palabras con estos ojos míos.
Quiero amontonarlas, implotarlas, y con los pedazos que queden hacer esculturas que provoquen el espanto de las viejas, la rotura de los hímenes y la hipnosis colectiva, hasta el punto en que la próxima vez que abran la boca sea para lanzar al aire un poderoso ladrido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario