jueves, 20 de diciembre de 2012

La insoportable levedad del ser

“Tomás no se daba cuenta en aquella ocasión de que las metáforas son peligrosas. Con las metáforas no se juega. El amor puede surgir de una sola metáfora.”


“TRAICIÓN: desde pequeñitos el padre y el maestro nos decían que es lo peor que puede imaginarse. ¿Pero qué es la traición? Traición significa abandonar las propias filas. Traición significa abandonar las propias filas e ir hacia lo desconocido. Sabina no conoce nada más bello que ir hacia lo desconocido.”


“De modo que no era el deseo de placer (el placer llegaba como un premio, por añadidura), sino el deseo de apoderarse del mundo (de hendir con el escalpelo el cuerpo yacente del mundo) lo que le hacía ir tras las mujeres”

La insoportable levedad del ser, Milan Kundera

viernes, 7 de diciembre de 2012

Morelliana



En el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no  hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay en el fondo sabía que no se puede ir más allá porque no lo hay.

Morelli.

jueves, 6 de diciembre de 2012

El perfume

 Su ambición no era amasar dinero con su arte, ni siquiera pretendía vivir de él, si podía vivir de otra cosa. Quería exteriorizar lo que llevaba dentro, sólo esto, expresar su interior, que consideraba más maravilloso que todo cuanto el mundo podía ofrecer.

— Patrick Süskind, "El perfume, historia de un asesino"



viernes, 30 de noviembre de 2012


—Te tenía al alcance de la mano, me acerqué un paso y abrí el pecho. El agujero negro que tengo ahí te devoró completa, junto con algunas hojas secas que estaban caídas y un gato blanco que tomaba el sol sin mayores preocupaciones. Pronto ya no estabas, te habías metido entre mis costillas y un músculo tembloroso. En el vacío enorme que ahí tengo flotabas ingrávidamente. Cerrando los ojos y tapándome los oídos podía sentirte, escuchar algún pequeño grito sonando y su correspondiente eco.

—Pero los gritos en el vacío no pueden sonar.

—Entonces fue un sueño.

viernes, 23 de noviembre de 2012

jueves, 22 de noviembre de 2012

Nadie lee esto. Por lo tanto escribir aquí es más inútil de lo que podría imaginarme.
¿Por qué escribo acá y no en una hoja de papel? La respuesta es fácil: esto es un anzuelo con su carnada. En un mar infinito espero que otro pez como yo sea sacado del agua.
Pero el agua es inmensa y yo se que mis palabras carnadas serán perdidas.
Entonces mejor guardo estas lombrices húmedas.
Es lógico.
¿Pero cuando he seguido yo la lógica?

martes, 20 de noviembre de 2012

Me olvidé lo que quería escribir. Era algo que me representaba. O algo que podría añadir una línea al dibujo mental de mí mismo. 
Esto me hace pensar en todas las cosas que olvido. En la memoria se me pierden nombres, fechas, personas enteras. También se me pierden ideas propias. Y todo lo que se pierde deja un hueco enorme. Parece que entre los dedos se me ha escapado un pez enorme, la comida para una semana. 
Aún no olvido ciertas palabras. La única cosa verdaderamente inútil se me queda adherida adentro del cráneo.

lunes, 29 de octubre de 2012

Mis números

Ya que hay tantos que les dan tanta importancia a unos números, aquí pondré los míos:

  • 16-11-85
  • 26,11,13 y contando
  • 1,72 (menos del promedio)
  • 76, (7 u 8 de más)
  • 41 1/2
  • 30 dientes
  • 20 dedos casi completos
  • 2 oídos, 1 casi no funciona, me choco con las paredes, me mareo, me tropiezo fácilmente.
  • 0 personas interesadas en esto.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Intento de reproducir a una mujer que vi ayer en el colectivo. Tenía una nariz grandiosa, de estatua romana, prominente y masculina. Los ojos verdes y el pelo negro, combinación que siempre me atrajo.
Una fragilidad dada por el cuello larguísimo y  la blancura de la piel se oponía a la fuerza casi ofensiva de la nariz. 
No pude reproducir la boca, pero para describirla es mejor mirar una foto de Charlotte Gainsbourg.
Mi dibujo no le hace justicia y seguramente no se le parece en nada, pero teniendo en cuenta que no dibujaba desde el siglo pasado, creo que no está tan mal.
La última modificación, la definitiva creo:



sábado, 22 de septiembre de 2012

Es poesía


Entre otras cosas, verás que no eres la primera persona a quien la conducta humana ha confundido, asustado, y hasta asqueado. Te alegrará y animará saber que no estás solo en ese sentido. Son muchos los hombres que han sufrido moral y espiritualmente del mismo modo que tú. Felizmente, algunos de ellos han dejado constancia de su sufrimiento. Y de ellos aprenderás si lo deseas. Del mismo modo que alguien aprenderá algun día de tí si sabes dejar una huella. Se trata de un hermoso intercambio que no tiene nada que ver con la educación. Es historia. Es poesía.

Fragmento del capítulo 24 de El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger


viernes, 21 de septiembre de 2012

El lado oscuro del corazón

Película argentina del año 1992, dirigida por Eliseo Subiela, con Dario Grandinetti, Sandra Ballesteros y Nacha Guevara. Incluye poesías de Mario Benedetti, Oliverio Girondo y Juan Gelman.
Acá dejo algunas partes:


Acerca de mi edad

Y no. Me niego rotundamente a responder otra vez esa pregunta.
¿Qué se puede saber de mí (o de cualquiera) a través de ese número que cambia cada año?
Yo he sacado sabiduría de personas de edad corta y vitalidad de gente de edad larga.
Dejemos ese número para cuestiones oficiales.
A los que saben mi edad les pido que la olviden, y a los que no la saben les pido que no la pregunten.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Lo inefable

Yo muero extrañamente… No me mata la Vida,
No me mata la Muerte, no me mata el Amor;
Muero de un pensamiento mudo como una herida…
¿No habéis sentido nunca el extraño dolor

De un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida,
Devorando alma y carne, y no alcanza a dar flor?
¿Nunca llevasteis dentro una estrella dormida
Que os abrasaba enteros y no daba un fulgor?…

¡Cumbre de los martirios!… Llevar eternamente
Desgarradora y árida, la trágica simiente
Clavada en las entrañas como un diente feroz!…

¡Pero arrancarla un día en una flor que abriera
Milagrosa, inviolable!… ¡Ah, más grande no fuera
Tener entre las manos la cabeza de Dios!


Delmira Agustini

Llanto

Mi llanto se parece a la nausea. Un temblor en el estómago y en el pecho. Tiemblo, me encojo. Abro la boca en una arcada, intentando que el corazón que tengo atorado se salga de una vez, para poder verlo desparramado, vomitado y ajeno. Los ojos me quedan ardiendo, pero sin rastro de una lágrima. Así es mi llanto, siempre al borde, nunca más allá.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Invitación al vómito


Cúbrete el rostro
y llora.
Vomita.
¡Sí!
Vomita,
largos trozos de vidrio,
amargos alfileres,
turbios gritos de espanto,
vocablos carcomidos;
sobre este purulento desborde de inocencia,
ante esta nauseabunda iniquidad sin cauce,
y esta castrada y fétida sumisión cultivada
en flatulentos caldos de terror y de ayuno.
Cúbrete el rostro
y llora…
pero no te contengas.
Vomita.
¡Si!
Vomita,
ante esta paranoica. estupidez macabra,
sobre este delirante cretinismo estentóreo
y esta senil orgía de egoísmo prostático:
lacios coágulos de asco,
macerada impotencia,
rancios jugos de hastío,
trozos de amarga espera…
horas entrecortadas por relinchos de angustia.

Oliverio Girondo.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Alejamiento

Mi deseo de entender me lleva a irme un poco más lejos,  más afuera. Entender, entender. Entender a las personas, y olvidarse de serlo. Entender los sentimientos, nada más contradictorio.
Me fui tan lejos y tan afuera, que ya no creo poder volver, ¿se cerraron las puertas de vidrio? O es que soy un pez que saltó fuera del agua, y caigo para siempre fuera de la pecera, hasta reventarme contra el suelo.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Autorretrato

Hecho con palabras, porque no sé dibujar (ni tampoco escribir bien, dicho sea de paso)

     Dos ojos apuntando siempre al lado opuesto de la nuca, detrás de un par de vidrios que solidifican las nebulosas.
     Más arriba un par de cejas que delatan cierta ascendencia vasca.
     Una nariz de cartílagos gruesos, casi porcina. 
     La piel es guaraní o tehuelche, resistente al sol y a los mosquitos, se cae en escamas durante el invierno.
     Vellos marrones y rojizos crecen alrededor de la boca, bajan hasta la garganta. Algunos son amarillentos, como manchados de nicotina.
     El pelo solía crecer largo, como una cortina casi negra que caía completamente recta; ahora se mantiene a no más de dos centímetros del cuero cabelludo.
     La abertura que sirve para comer está curvada hacia abajo, dándole al rostro en general la expresión conocida como "cara de culo".



jueves, 13 de septiembre de 2012

En el colectivo

Viajar parado en el colectivo es una oportunidad para entregarse a la observación de las personas. Esto es lo más memorable del viaje de hoy.
Un hombre joven, leyendo un libro. Estiré el cuello muchas veces y descubrí que leía a Bukowski. 
Una chica de manos blancas con dedos larguísimos. La creí sordomuda al principio. El aire era cortado en pedazos por sus manos y no volvía a ser el mismo después de cada movimiento veloz. Después la oí hablar. Era sólo una de ésas que mueven las manos al hablar.
El colectivo iba tan lleno que en un momento tuve los pechos de una mujer apoyados contra mi espalda.
En una esquina cerca de una iglesia evangélica, las putas se paran a esperar que alguien las suba a su auto. Hoy sólo había una rubia en la esquina.
Una nena de unos siete años intentaba sujetarse de un respaldo. Para ayudarla a sujetarse, su padre le cubría las manos pequeñitas con una sola mano, enorme, blanca, erosionada por el trabajo (estas manos son las más admirables)
Otra chica, con tatuajes en el cuello y un hombro descubierto. Esa manera de mostrar un poco más sin mostrar todo siempre me fascinó. Otros han escrito mejor sobre ese tema.
Por último una muchacha que escuchaba música con los ojos llorosos y se pasaba un dedo por los labios. 

martes, 11 de septiembre de 2012

Palabras que me gustan

(Para decirlas, para escribirlas, para gritarlas)

Libérrimo, paupérrimo, celebérrimo.
Concha, cunnilingus, irrumación.
Sangre, berenjena, alcachofa (o alcaucil).
Orgasmo, titánico, libélula. 
Escafandra, gramófono, quinoto.
Abejorro, gavilán, carancho. 
Puta, incognoscible, terremoto.

domingo, 9 de septiembre de 2012

No me sirven las palabras

"No me sirven las palabras, gemir es mejor", Soda Stereo


    Y me expreso escribiendo porque no me queda otra opción. Cuando el pecho duele y la respiración se hace pesada necesito poner el peso en algún lado y el papel es el único recipiente disponible.
     Quisiera que me entendieras en el lenguaje sin signos, con reglas aleatorias. Es una lengua de miradas, de ligeras presiones, onomatopeyas y algunos mordiscos y roces de labios. 
     Este lenguaje de pieles también, como los otros, tiene sus subjetividades, sus errores de interpretación. Pero, ¡es tan puro cuando nace!
    ¿Podrás entenderme si me expreso así? Si un sentimiento se me escapa por la piel, por los ojos, ¿lo percibirás como yo?
    Pierdo las ilusiones que me hago con ese idioma de gritos táctiles y visibles. Vuelvo a las palabras de líneas curvadas,  de garabatos grandes y garabatos pequeños, de azul sobre blanco con rayas grises.
Y me decías "Sé lo que estás pensando". Y yo me acostumbré a que te equivocaras.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Repetir tu nombre frente al espejo no te hace aparecer. No estás y no estarás. Pero la resignación nunca fue fácil para mí. Enfrente mío estoy yo, al comienzo y al final del día. Y tu nombre suena, no sé si lo digo o lo pienso. Y andarás por ahí quizás también frente a vos misma en el espejo, pero seguramente sin repetir mi nombre.
Me aburre esto, esta meseta interminable. Quiero una cima empinada, bien en lo alto, más allá de esas nubes. Subir una sola vez y que después venga un descenso vertiginoso y el suelo y basta.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Luego pensaré un título (son las dos de la mañana)

Creo que nos aferramos de más a las palabras, cuando todo es una cuestión de ojos. Nadie verá mis palabras con estos ojos míos.
Quiero amontonarlas, implotarlas, y con los pedazos que queden hacer esculturas que provoquen el espanto de las viejas, la rotura de los hímenes y la hipnosis colectiva, hasta el punto en que la próxima vez que abran la boca sea para lanzar al aire un poderoso ladrido.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Catálogo de olores

A veces simplemente hay que cerrar los ojos, hundir la cara y aspirar profundamente por la nariz.

Olor a libro viejo: un olor arrugado, naranja, a corteza de árbol y a tiempo
Olor a libro nuevo: un olor liso, casi blanco, químico y con promesas.
Olor a mate: madera mojada, calor e incitación a los diálogos y los soliloquios.
Olor a perro: única amistad, los cachorros huelen a orina endulzada, los adultos a tierra y simpleza.
Olor a lluvia: es el olor del mundo levantándose, la tierra, los yuyos y los sapos se elevan hasta la altura de los ojos.
Olor a limón: hay que clavar la uña en la piel y acercarlo a la nariz. Huele a postre y sonrisa infantil.
Olor a choclo: me retrotrae a la infancia, cuando el maizal crecía en el patio.
Olor a mujer: Por lo general requiere trato previo antes del contacto nariz-piel. No hay mejor lugar donde hundir la cara, para escapar del mundo y para encontrar el mundo. Es donde se pierde la razón para entrar de lleno en la emoción. Huele a pétalos, es el olor del arte.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Confusiones

Mi aspecto generaba confusiones. Más de una vez alguien creyó que yo era un hombre lobo, que era un escritor o que era un fanático del heavy metal. No soy ninguna de las tres. Y es por eso que ahora llevo el pelo corto, me afeito cada dos días y visto con colores distintos al negro.

Traduttore, traditore!

Traductor, traidor! dice un proverbio italiano. Nada puede traducirse entonces. Y yo lo siento ahora y cada vez que intento traducir mis ideas a un lenguaje entendible. Con una arquitectura de palabras termino haciendo pequeñas, insuficientes jaulas, que me resultan espantosas y rompo de una patada. Y quizás ahí, en la patada, está la idea, pero no podría explicarlo.